martes, septiembre 12, 2023

La tregua - Mario Benedetti


Libro: La tregua
Autor: Mario Benedetti
Nacionalidad: Uruguayo
Año de publicación: 1960
N° de páginas: 136

 

La tregua es una novela que narra, a través de los registros en un diario de vida, los rutinarios días de Martín Santomé, un hombre viudo y a punto de jubilarse, que se enamora perdidamente de su nueva compañera de trabajo.  Tiene una adaptación cinematográfica argentina (1974) y otra mexicana (2003).

Mario Benedetti integró la Generación del 45, uno de los más reconocidos en lengua española.​​​ Su prolífica producción literaria de más de ochenta libros incluye cuento, novela, poesía, ensayo, canción, teatro y crítica cinematográfica.

Otros libros de su autoría son : "Primavera con una esquina rota", "Pedro y el capitán, "El amor, las mujeres y la vida", "Rincón de haikus", "La borra del café", "Solo mientras tanto", etc .

 

Resumen

El libro relata la vida de  Martín Santomé, un hombre viudo, solitario,  inmerso en una rutina diaria que lo hace pensar que su vida no tiene sentido.  Desde que su esposa murió, se dedica al cuidado de sus 3 hijos y al trabajo que ha realizado durante muchos años.  Ya no le entusiasma hacer cosas distintas.  Le falta poco para cumplir 50 años y entonces dará inicio a su jubilación.  Cuando conoce a Laura Avellaneda, su nueva compañera en la oficina, sus días comienzan a cambiar y, sin darse cuenta, se va enamorando de ella.  Retornan sus ganas de vivir a pesar de las dudas que genera en él la enorme diferencia de edad que existe entre ellos.  Inician un bello romance que le regala un breve tiempo de felicidad, una tregua a su destino marcado por el sufrimiento.

Este libro me gustó, porque es una bonita historia de amor, la narrativa es sencilla, clara y, en pocas páginas, nos lleva a la reflexión y remueve nuestras emociones.

Frases del libro:

 - “Debe ser una regla general que los solitarios no simpaticemos ¿O será que sencillamente, somos antipáticos?” 

- "A veces pienso qué haré cuando toda mi vida sea domingo."

- “Tengo la horrible sensación de que pasa el tiempo y no hago nada y nada acontece, y nada me conmueve hasta la raíz”

- "Un tipo triste que, sin embargo, tuvo, tiene y  tendrá vocación de alegría."

- "Pero todo fue siempre demasiado obligatorio como para que pudiera sentirme feliz."

- "¿A quién no le atrae el propio pasado?."

- "No sé qué tendrá mi cara que siempre invita a la confidencia.  Me miran, me sonríen, algunos llegan hasta a hacer la mueca que precede al sollozo; después se dedican a abrir su corazón."

- "Porque yo, ¿sabe señor?, yo soy huérfano, dijo de entrada para atornillarme en la piedad.  "Tanto gusto, y yo viudo", le contesté.

- "No puede ser que, a mis años, aparezca de pronto esta muchacha, que ni siquiera es definidamente linda, y se convierta en el centro de mi atención.  Me siento nervioso como un adolescente, eso es cierto, pero cuando miro mi piel que empieza a  aflojarse, cuando veo estas arrugas de mis ojos, estas varices de mis tobillos, cuando siento por las mañanas mi tos vejancona, absolutamente necesaria para que mis bronquios empiecen su jornada, entonces ya no me siento adolescente sino ridículo."

- "Todo el mecanismo de  ms sentimientos quedó detenido hace veinte años, cuando murió Isabel.  Primero fue dolor, después indiferencia, más tarde libertad, últimamente tedio.  Largo, desierto, invariable tedio."

- "Yo la quiero a usted en eso que se llama la realidad, pero los problemas aparecen  cuando pienso en eso que se llama  las apariencias".

- "Usted tiene todas las condiciones para concurrir a mi felicidad, pero yo tengo muy pocas para concurrir la suya."

- "Qué feo eso de que le digan a uno  la verdad,  sobre todo si se trata de una de esas verdades que uno ha evitado decirse aún en los soliloquios matinales."

- "Además, estoy seguro de que la cumbre es  solo un segundo, un breve segundo,  un destello instantáneo, y no hay derecho a prórrogas."

- "Frente a Avellaneda  no me importa, ella me conoce así, no sabe cómo he sido.  Pero me importa ante mí, me importa reconocerme como un fantasma de mi juventud como una caricatura de mí mismo."

- "Al que llora todos los días, ¿qué le queda por hacer cuando le toque un gran dolor, un dolor para el cual sean necesarias las máximas defensas?"

- "Cuando ella murió, la risa se me cayó de la boca.  Anduve casi un año agobiado por tres cosas; el dolor, el trabajo y los hijos.  Después volvió el equilibrio, volvió el aplomo, volvió la calma. Pero la risa no volvió."

- "El deleite frente al misterio, el goce frente a lo inesperado son sensaciones que a veces mis módicas fuerzas no soportan.  Menos mal que alguien explica siempre las cosas."

- "Pero con ella instalada en mi existencia, ya no habrá soledad."

- "Llevaba conmigo un vergonzante temor a su silencio, sobre todo porque sabía de antemano que aunque ella no dijese nada, yo  no iba a  investigar ni a preguntar ni a reprochar.  Simplemente iba a tragarme la amrgura, y, eso sí era seguro, a comenzar una era de pequeñas tormentas sin desahogo."

"No te juzgo, no puedo juzgarte; más aún, me gustaría mucho que hubieras acertado y te acercaras lo más posible a la buena suerte."

"No era felicidad, era solo una tregua."

“Cómo la necesito. Dios había sido mi más importante carencia. Pero a ella la necesito más que a Dios.”