viernes, junio 05, 2009

La amortajada - María Luisa Bombal


Libro: La amortajada
 Autor: María Luisa Bombal
 Nacionalidad: Chilena
 Año de publicación: 1938
 Nº de páginas:


La amortajada es una novela surrealista, ya que es como un examen de conciencia que hace una mujer muerta... un cuerpo inerte, no puede pensar, ver ni recordar. Este libro dio origen a una serie televisiva de 20 capítulos que fue transmitida por Televisión Nacional de Chile

María Luisa Bombal fue distinguida con el Premio de Novela de la Municipalidad de Santiago por “La amortajada”

Otros libros de su autoría son: La última niebla, El arbol, La Casa del Recuerdo, La Historia de María Griselda, La Maja y el Ruiseñor, Las islas nuevas, Mar, Cielo y Tierra y Las Trenzas. 

Resumen:
Ana Maria, protagonista de la obra, hace una retrospectiva de su vida a medida que se presentan personas a visitarla en su lecho de murte. Mientras la velan, ella aún puede pensar, ver a todos sus familiares que están alrededor de ella y va recordando cosas que le pasaron en la vida con cada una de esas personas. Así, pues, la protagonista consigue entender e intenta resolver aquellas cuestiones que no le habían permitido disfrutar de una felicidad plena y eterna.

- Zoila que era una señora ya mayor que la vio nacer, la crió y la cuidó durante toda su vida, especialmente después de que murió su madre.

- Su hija Anita una mujer de 20 años y sus dos hijos, quien nunca le demostró su amor y ahora llora desconsolada junto a su cuerpo inerte. Esto produce cierto impacto por parte de la amortajada, quien no se esperaba nunca una muestra de afecto como esa y por sobre todo por parte de su hija.

- Su hijo Alberto, un hombre casado con María Griselda.

- Fred, su hijo menor, era el preferido de su madre y era un niño curioso y un poco travieso.

- Ricardo, su primo, su primer amor... cuando niños él era insoportable, y ella practicamente lo odiaba, pero al pasar el tiempo ese odio se convirtió en amor... El la abandonó sin darle jamás una explicación. A pesar del tiempo transcurrido, los dos se dan cuenta que ese amor no había pasado del todo.

- Gonzalo, su padre, quien siempre fue muy frío con ella.

- Su hermana, Alicia, una mujer muy religiosa.

- Fernando, quien era su amante. El siempre la amó, pero Ana María no dejaba de tomarlo como un paño de lágrimas. Era su confidente y le contaba todos sus problemas con su marido.

- Su esposo Antonio, con quien se casó sin amarlo... Luego de una separación en que ella descubre que sí lo ama, se vuelve un un hombre frío y distante.

- El padre Carlos, quien quizo conducir a Ana María por el camino religioso, pero ella siempre se escabullía... cuando ya estaba enferma el padre Carlos quizo confesarla, pero ella lo dejó para después... luego le vino el infarto y murio.

Ana María pensaba que podría volver a levantarse y seguir viviendo, pero ya quería descansar, morir. Ya había vencido la muerte de los vivos, ahora proseguía vivir la muerte de los muertos.


Frases del libro:

- Me sentí liviana de toda pena. Fue como si la angustia que me torturaba hubiera andado tanteando en mí hasta escaparse por el camino de las lágrimas.

- Me duele tu palicez, tu tristeza. Hasta tus cabellos parecen habértelos desteñido las penas.

- Tal vez había sonado para mí la hora de la piedad, hora en que nos hacemos solidarios hasta del enemigo llamado a sufrir nuestro propio mísero destino.

- Para sentirme vivir, necesité desde entonces a mi lado ese constante sufrimiento tuyo.

- Es posible que en algunas semanas nuestros sueños y nuestras costumbres, cuanto parecía formar parte de nosotros mismos pueda volvérsenos ajeno.

- Pero había aprendido a refugiarse en una familia, en una pena, a combatir la angustia rodeándose de hijos, de quehaceres.

- Tu ternura hacia mí era un germen que llevabas dentro y que mi muerte ha forzado y obligado a madurar en una sola noche.

- Ningún gesto mío consiguió jamás provocar lo que mi muerte logra al fin. Ya ves, la muerte es también un acto de vida.

- Dios mío, las aguas no se habían cerrado aún sobre su cabeza y las cosas cambiaban ya, la vida seguía su curso a pesar de ella , sin ella.

lunes, mayo 18, 2009

LA ÚLTIMA NIEBLA - MARÍA LUISA BOMBAL

Libro: La última niebla 
 Autor: María Luisa Bombal Anthes 
 Nacionalidad: Chilena 
 Año de publicación: 1935 
 Nº de páginas: 55

La última niebla es una novela que nos pasea por la vida y el alma de una mujer, que sueña más allá de su realidad.

María Luisa Bombal Nació en Valparaiso en 1910 y al igual que el personaje central de la historia tuvo una vida bastante agitada por el desamor. En 1974 obtuvo el Premio Ricardo Latcham. En 1976 fue condecorada con el Premio Academia Chilena de la Lengua. Finalmente, en 1978 ganó el Premio Joaquín Edwards Bello. Falleció el 06 de mayo de 1980 víctima de una hemorragia digestiva.

Otros libros de su autoría son: La amortajada, El arbol, La Casa del Recuerdo, La Historia de María Griselda, La Maja y el Ruiseñor, Las islas nuevas, Mar, Cielo y Tierra y Las Trenzas. 

Resumen:
Es la historia de una mujer que se casa con su primo, luego que este pierde a su primera esposa. Lo que en un principio debía ser la culminación de una bella historia de amor, se transforma en la odisea de una mujer que comprende que sólo es un reemplazo en la vida de este hombre, un vil instrumento para no sentirse tan desamparado, para cumplir con las normas que la sociedad le impone. Ella sueña...sueña con un amante que cumple todos sus deseos, que le da a su vida una razón para vivir. El amante la aparta de esa realidad tan despiadada, aquella en la cual no es amada. Divisa al amante entre la niebla de su corazón, lo anhela, lo extraña, lo imagina siguiéndola, tratando de convencerla para que siga a su lado, pero sólo es un sueño, cuando se disipe la última niebla ella comprenderá que no tiene esperanzas.

La protagonista intenta suicidarse al descubrir que todo fue un sueño, pero su acción es impedida por su esposo, sin hacer pregunta alguna.

Finalmente, la protagonista entiende que fue un autoengaño y trata de vivir normalmente su vida.

Frases del libro

- Mi dolor de estos últimos días, ese dolor lancinante como una quemadura, se ha convertido en una dulce tristeza que me trae a los labios una sonrisa cansada. 

- Ardo en deseos de que me descubra cuanto antes su mirada. 

- Daniel, no te compadezco, no te odio , deseo solamente que no sepas nunca nada de cuanto me ha ocurrido esta noche... 

- Tan sólo con un recuerdo se puede soportar una larga vida de edio. Y hasta repetir, día a día, sin cansancio, los mezquinos gestos cotidianos. 

- En cada minuto hay para mí una espera, cada minuto tiene para mí su emoción. 

- Mi amor por él es tan grande que está por encima del dolor de la ausencia. Me basta saber que existe, que siente y recuerda en algún rincón del mundo. 

- Y si llegara a olvidar, ¿cómo haría entonces para vivir?. 

- Bien sé ahora que los seres, las cosas, los días, no me son soportables sino vistos a través del estado de vida que me crea mi pasión. 

- Tan sólo un recuerdo mantiene mi vida, un recuerdo cuya llama debo alimentar día a día para que no se apague. Un recuerdo tan vago y tan lejano, que me parece casi una ficción.