Autor: Ana Frank
Nacionalidad: Alemana
Año de publicación: 1947
N° de páginas: 80
Ana Frank fue una niña judía, quien, junto a su familia, vivió los horrores de la Segunda Guerra Mundial. Ella deseaba ser periodista y escritora.
Durante la Segunda Guerra Mundial, una familia de judíos se vio en la necesidad de esconderse en un edificio de viviendas en Amsterdam, donde permanecieron ocultos durante dos años y donde la joven Ana escribió su famoso “Diario”, que la convirtió en símbolo de las víctimas de los horrores del nazismo.
Resumen:
Ana, una adolescente con una personalidad especial, relata en su diario de vida los acontecimientos vividos durante ese tiempo: peleas, miedos, esperanzas, alegrías, sensaciones, reflexiones... pero todo queda inconcluso, pues en un momento son descubiertos y llevados a un campo de concentración.
La niña murió en el campo de concentración de Bergen-Belsen a finales de febrero o principios de marzo de 1945. Sólo sobrevivió su padre y fue a él a quien se le entregó el manuscrito del diario de Ana, que había quedado en el escondite y que fue guardado por uno de los colaboradores de los Frank.
Frases del libro:
- Hay personas a quienes les gusta educar, no sólo a sus propios hijos, sino también a los ajenos.
- La experiencia me dice que la gente modesta no llega lejos en la vida.
- Peleándose claramente una sola vez es la mejor forma para conocerse a fondo. Es entonces cuando puede juzgarse realmente un carácter.
- Pasado el susto, es muy fácil reirse de las cosas.
- Salir en bicicleta, ir a bailar, poder silbar, ver gente, sentirme joven y libre; tengo sed y hambre de todo eso, y tengo que hacer un esfuerzo muy grande para disimularlo.
- Dios me ha dado más de lo que merezco y, sin embargo, cada día acumulo más culpas.
- Quien es feliz, puede hacer feliz a los demás. Quien no pierde el valor ni la confianza, jamás perecerá por la miseria.
- Quiero serguir viviendo aún después de mi muerte. Por eso doy gracias a Dios, quien, desde mi nacimiento, me dio una posibilidad: La de desarrollarme y escribir, es decir, la de expresar todo lo que me sucede. Cuando escribo, me libero de todo, mis penas desaparecen y mi fuerza renace.
- ¿Quién nos ha marcado así? ¿Quién decidió excluir al pueblo judío de todos los demás pueblos? ¿Quién nos ha hecho sufrir tanto?
- A pesar de esta carga que soportamos, muchos de nosotros seguimos viviendo, sobreviviendo; debemos creer que como proscritos los judíos algún día seremos un ejemplo.
- ¿Existe algo mejor en el mundo que mirar la naturaleza por una ventana abierta, oír cantar a los pájaros, calentarse las mejillas al sol y tener en los brazos a un muchacho que se quiera?
- El temor a Dios hace que uno estime su propio honor, su propia conciencia. ¡Qué hermosa sería la humanidad, y qué buena, si, por la noche, antes de dormirse, cada uno examinara qué le sucedió durante el día y qué hizo, tomando en cuenta cuándo actuó bien y cuándo actuó mal!
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