El peregrino - Paulo Coelho

Libro: El peregrino

Autor: Paulo Coelho

Nacionalidad: Brasileño

Nº de paginas: 267

Año de publicación: 1987

EL peregrino es una novela de aventuras y al mismo tiempo, una fascinante parábola sobre la necesidad de encontrar nuestro camino en la vida. El Peregrino de Compostela se ha convertido en uno de los clásicos modernos sobre la ruta jacobea. El Peregrino de Compostela (Diario de un mago) es la primera novela de Paulo Coelho y un título fundamental para adentrarse en su obra.

Paulo Coelho, con más de 35 millones de libros vendidos, no es sólo uno de los autores más leídos del mundo, sino también uno de los escritores con mayor influencia ideológica de hoy en día.

Otros libros de su autoría son: "El alquimista", "El Zahir"; "Brida", "El demonio de la señorita Prym".

Resumen:

Este apasionante relato narra las peripecias del peregrinaje que Paulo Coelho realizó en 1986 por el Camino de Santiago, en España, poblado de fenómenos sobrenaturales y enseñanzas. En compañía de su guía espiritual, el misterioso y enigmático Petrus, Paulo se enfrenta a una serie de pruebas y ejercicios, conoce a figuras que ponen en apuros su determinación y su fe, y sortea peligros insidiosos y tentaciones amenazadoras. El libro comienza con la negativa del autor de aceptar que la sabiduría está al alcance de todo el mundo y acaba con el hallazgo de la Buena Lucha. Además, el lector encontrará todos los pormenores de los ejercicios de relajación, meditación, visualización e imaginación que le permitieron a Coelho llevar a cabo su hazaña.

Frases del libro:

- Un síntoma de la muerte de nuestros sueños son nuestras certezas. Como no queremos mirar la vida como una gran aventura a ser vivida, nos juzgamos sabios en lo poco que pedimos de la existencia. Y no percibimos la inmensa alegría que se halla en el corazón de quien lucha.

- El primer síntoma de que estamos matando nuestros sueños es la falta de tiempo. Las personas más ocupadas logran tiempo para todo. Las que no hacen nada están siempre cansadas, no consiguen realizar el poco trabajo que tienen y se quejan de que el día es demasiado corto.

- El camino es el que nos enseña la mejor manera de llegar, y nos enriquece, mientras lo atravesamos.

- Debemos extraer de lo que estamos acostumbrados a mirar todos los días, los secretos que no logramos ver debido a la rutina.

- Al cambiar la manera de hacer cosas rutinarias, permites que un nuevo hombre crezca dentro de ti.

- Somos nosotros los que determinamos el ritmo del tiempo.

- Dios no es venganza, Dios es amor. Su único castigo consiste en obligar a alguien que interrumpió su obra de amor, a continuarla.

- El hombre no puede nunca dejar de soñar. El sueño es el alimento del alma, como la comida es el alimento del cuerpo. Muchas veces, en nuestra existencia, vemos rotos nuestros sueños y fustrados nuestros deseos, pero es preciso continuar soñando, si no nuestra alma muere.

- Vemos siempre el mejor camino por seguir, pero solo andamos por el camino al que estamos acostumbrados.

- Todo lo que nos reodea tiene que ayudarnos a dar los pasos necesarios rumbo a nuestro objetivo.

- A nadie le gusta pedir mucho a la vida, porque tiene miedo a la derrota, pero quien desea librar el buen combate debe mirar el mundo como si fuera un tesoro inmenso que está allí esperando ser descubierto y conquistado.

- Una amenaza no puede provocar nada, si no es aceptada.

- Enseñar es mostrar que es posible. Aprender es volverse posible a sí mismo.

- Despues de resuelto un problema es de una sencillez aterradora.

- Como los ríos cambian de curso, tambien el ideal de los hombres está sujeto a cambios.

- La unica manera de tomar la decisión correcta es sabiendo cuál es la decisión equivocada.

- Los hombres que se creen sabios, son incesisos a la hora de mandar y son rebeldes a la hora de servir.

- Sólo puedes aprender al enseñar.

- Siempre tendemos a fantasear sobre lo que no existe y a no ver las grandes lecciones que están ante nuestros ojos.

- La búsqueda de la felicidad es personal, y no un modelo que podamos dar a los otros.

- La personas llegan siempre a la hora exacta a los lugares donde las están esperando.